lunes, 13 de septiembre de 2010

DESIGUALDAD SALARIAL

HOMBRE Vs. MUJER

Los hombres ganan más que las mujeres”, “Las mujeres deben estar en siempre en casa y no trabajando”, “El hombre es el sustento de la familia”, frases como estas y muchas más han existido desde mucho tiempo atrás, el pensamiento “machista” ha trascurrido de generación en generación, éste le ha generado a las mujeres un paradigma que eliminarlo ha sido una larga labor constante durante siglos. Durante la historia del ser humano, la mujer ha vivido múltiples inconvenientes de tipo discriminatorios, ellas eran consideradas un elemento secundario que sólo servían para parir hijos y cuidarlos en su etapa de crecimiento, era tanta la segregación social que en una época preferían que los descendientes fueran varones y no mujeres, al darse el caso contrario tomaban la drástica decisión de quitarle la vida a la recién nacida por sólo el hecho de ser mujer.

Con el trascurrir del tiempo las mujeres fueron ganando “batallas” sociales y culturales en contra del pensamiento retrogrado e incoherente que tenía la sociedad en relación a su género. Cada día la mujer fue ganando un espacio importante en el desarrollo de sus derechos, y el hombre reconoció y aceptó dicha labor, las mujeres comenzaron a trabajar junto a los hombres en las empresas, pero con una menor remuneración, es decir, seguía la desigualdad, pero ellas seguían en la lucha de alcanzar todas de metas propuestas con sus capacidades y labores, era fundamental desarrollarse como profesionales.

El panorama ha mejorado considerablemente en los últimos años, pero, aún así, hay peculiaridades del mercado de trabajo que establecen claras diferencias entre géneros, la revolución femenina ayudo a lograr muchas cosas, pero no fue 100% efectiva como se creía.

Los empresarios a nivel mundial han abierto sus puertas al ingreso de mujeres en sus organizaciones, los de pensamiento moderno las catalogan como elemento esencial en el crecimiento de sus compañías, los niveles de satisfacción con relación a sus labores han sido excelentes. Gracias a sus conocimientos, habilidades, efectividad, sensibilidad, eficiencia, carisma, entre otros, han logrado escalar a los más altos cargos organizacionales, cada vez se ven más mujeres en la cúpula directiva o gerencial de las más grandes empresas a nivel mundial; no ha sido una labor fácil, pero día tras día con mucho empeño se lo han ganado; con todos los éxitos logrados a nivel empresarial se ha nivelado el desequilibrio laboral que existía entre hombres y mujeres, pero aún quedan elementos por superar, dentro de ellos se encuentra la desigualdad salarial, los hombres están recibiendo una mayor remuneración que la mujeres en los mismos cargos ocupados, esto se observa más en los altos rangos jerárquicos.

Estudios han generado datos reales, el diferencial de salarios para las mujeres que tienen responsabilidades como empleadoras, frente a los hombres que tienen las mismas responsabilidades, es evidente en prácticamente todos los países y fluctúa entre 20% y 30%. Muchos países han tomado decisiones y han puesto en marcha estrategias para equilibrar dichas diferencias de ingresos, en Colombia por ejemplo, el Presidente Andrés Pastrana Arango, sancionó la ley 581 de 200, cuya finalidad era crear los mecanismos para que las autoridades, en cumplimiento de los mandatos constitucionales, le den a la mujer la adecuada y efectiva participación a que tiene derecho en todos los niveles de las ramas y demás órganos del poder público, incluidas las entidades a que se refiere el inciso final del artículo 115 de la Constitución Política de Colombia, y además promuevan esa participación en las instancias de decisión de la sociedad civil, pero en el país no todas las leyes son cumplidas y esta no fue la excepción, no ha sido efectiva como se percibía en ese entonces.

Actualmente en el sector público la mujer tiene una gran relevancia, el nuevo mandatario del país Juan Manuela Santos Calderón tiene dentro de su gabinete de ministros a 4 mujeres muy profesionales, María Ángela Olguín Ministra de Relaciones Exteriores, María Fernanda Campo Ministra de Educación Nacional, Sandra Bessudo próxima Ministra de Medio Ambiente, Beatriz Uribe Ministra de vivienda y desarrollo territorial y Mariana Garcés Ministra de cultura. Además cuenta con excelentes mujeres como asesoras de gobierno y funcionarias en cada ministerio como viceministras.

En el plano local, Barranquilla cuenta con magníficas representantes del género femenino en el gobierno de Alejandro Char Chaljud, un gran ejemplo, es Elsa Noguera de la Espriella, quien fue capaz de sanear la complicada situación fiscal y financiera de la ciudad, labor que no se había podido realizar por años. Con esto se demuestra que las mujeres desempeñan un rol fundamental en el país y están siendo tenidas en cuenta para tomar decisiones vitales para el crecimiento de Colombia, en estos casos no se observa una desigualdad de géneros. La meritocracia ha ayudado a solucionar el problema de indiferencia laboral con las mujeres.

Empresarios del sector privado no aceptan los expresado por Instituciones que cuestionan la desigualdad salariar, cada empresa tienen parámetros de ascenso y remuneración que no tienen en cuenta si es hombre o mujer, sólo los altos índices de profesionalismos y capacidades de trabajo. En muchas empresas las mujeres son las actuales gerentes, directivas, ejecutivas estrellas de las compañías y no se observa desigualdad en la remuneración recibida. Uno de los motivos que se han estudiado con la poca existencia de mujeres en las presidencias o vicepresidencias de las organizaciones es la antigüedad y experiencia que han tenido hombres en las compañías, esto ha generado que en una porcentaje de altos mandos sean comandados por hombres. Los cambios se están dando, la discriminación hacia la mujer debe desaparecer de las empresas, hombres y mujeres tienen los mismos derechos y como profesionales que son, se les deben respetar y aplicar los mismos criterios de contratación, ascenso y remuneración. Que se termine la guerra de géneros y que inicie el interés por los conocimientos, aptitudes, capacidades, valores y experiencias, esto es lo que ayudará a equilibrar la desigualdad vivida por siglos.